Homenaje merecido JVC
He aquí me hallo buscando en el baúl de los recuerdos, pero antes de ir al documento del Proyecto Educativo no he podido resistirme a abrir el baúl y ojear la revista del Centro pues recuerdo que en una edición participé aunque no me llegaron a publicar. Me ha hecho recordar un pensamiento que tuve allá por 1998 como si fuera ayer. ¡Es increíble cómo lo había olvidado hasta hoy!
No era muy buena estudiante y mi motivación hacia el sistema educativo se encontraba en la cuerda floja. Como ya os descubrí en la primera entrada del blog me gustaba ya la poesía por entonces. Me presenté a un concurso de poesía. Ganó mi compañero Juan Vaca Cerezo el típico estudiante que llevaba sacando buenas notas desde el minuto cero. El típico niño que si sacaba un 8 se llevaba un disgusto. Uno de los niños mimados de todo el profesorado. No como yo la niña protestona, contestona , charlatana que no dejaba dar a gusto las clases y que encima suspendía unos cuántos exámenes.
Pues bien, Juan aparte de ser un niño modelo también le gustaba la poesía. En ese momento no lo quise reconocer pero su poesía era buena. Este poema ganador del premio se acerca a la poesía social comprometida con el medio natural. Una poesía necesaria que haga despertar las conciencias de las personas que vivimos en sociedad en pro de nuestro medio ambiente, no tan necesaria por el contrario mi poesía residual santa teresiana abocante individualista. Pues bien, Juan ganó y yo no. Me llevé una gran desilusión pues esperaba que a mí también se me reconociera algo. Aunque fuese alguna vez. Pero el reconocimiento se lo llevó de nuevo Juan y es que así eran todos sus días. Seguramente este suceso sería una entre las muchas razones más que me llevaron a destruir toda la poesía que había escrito durante mi niñez y adolescencia unos años después.
Diecisiete años de la publicación del poema ganador, Juan falleció en un accidente. Y como en su día siendo adolescentes no le felicité por su poema quiero hacerlo hoy. Cinco años después de su viaje sin billete de vuelta. La vida cambia en un solo instante. Decía John Lennon que
la vida es aquello que te sucede mientras nos empeñamos en hacer otros planes. ¡Y qué cierto es que andamos con remiendos ante los desastres!
Helado.
ResponderEliminarCasi no me atrevo a escribir... y sin embargo lo hago. Creo que podría decirse que le has hecho un homenaje maravilloso a Juan contándonos esta historia. Por un lado, mostrándonos ese poema adolescente que causó una decepción en tu interior porque ansiabas obtener el reconocimiento que él sí tenía y, por otro, desvelándonos la tragedia que le sobrevino a Juan.
Solamente quería opinar sobre un aspecto de tu texto: la poesía nunca creo que pueda ser inneceraria. El lenguaje de la poesía, que son los símbolos, salen de un lugar misterioso y nosotros tenemos que tratar de acomodarlos en los textos. En tanto que no podemos controlarla mucho, pienso que resulta ridículo considerar un tipo más necesario que otro (siempre existirán legítimos sesgos personales [ejemplo: me gusta más Lorca que Alberti]). La poesía siempre está comprometida con un contexto del que puede escapar, acaso con el paso del tiempo y el cambio de perspectivas (quizás tus poemas fuesen individualistas abocantes porque se materializó en ellos el deseo de reconocimiento individual que no tenía Juan porque no le preocupaba tanto).
Gracias, Pelayo. Me alegra enormemente que te haya sensibilizado esta entrada. A nivel personal a mí también me ha provocado sentimientos encontrados pero muy reconfortante el resultado. Gracias miles 😊
ResponderEliminar¡Qué gran homenaje! Tienes una sensibilidad increíble. He podido leer algunos de tus poemas y son preciosos.
ResponderEliminarSamira!!! No sabes cómo me alegran tus palabras. Muchísimas gracias!
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